viernes, 25 de febrero de 2011

El valor descriptivo de las cebollas

El estudio de los estilos de aprendizaje estuvo de moda durante los años 60, pero los investigadores perdieron el interés en los 70 en el estudio de las diferencias individuales en pos del estudio de las diferencias grupales (raciales, sociales, de género, etc..). Recordemos que son los años del modelo Vail, y la psicología ha pasado del modelo de varón blanco anglosajón a un panorama mucho más amplio, novedoso y apenas documentado. Es normal que el estudio del individuo quedara abandonado. Para principios de los 80, la investigación en este campo era divergente y poco sistematizada.

Fue el psicólogo Lynn Curry el que escribió una revisión sobre diferentes modelos existentes sobre estilos de aprendizaje. Escogió una veintena de modelos para el análisis, pero ignoró la mitad de ellos por falta de significación estadística. Sintentizó los restantes proponiendo el modelo de una cebolla con tres capas:


Imagen obtenida del documento original: Curry, L. An Organization of Learning Styles Theory and Constructs (1983)

Curry considera al aprendiz como una cebolla. En la sección más externa la componen las preferencias instruccionales del alumno (entendidas como los contextos favoritos del alumno para aprender: materias, profesores, etc...). La capa central la conforman los estilos cognitivos de procesamiento de información. Por último, la capa más interna supone la propia personalidad del niño o niña, su estilo cognitivo de personalidad.

Posteriores revisiones matizarían, cómo es lógico, la propuesta de Curry. Así, por ejemplo, podemos entender la piel de la cebolla como las preferencias relacionales-sociales del alumnado (predilección por el trabajo individual o en grupo) o la inclusión de la posterior investigación sobre enfoques de aprendizaje (un componente motivacional sobre si el alumno/a estudia para aprender o para aprobar) a camino entre las capas interna y media. Pero hasta aquí la propuesta original de la apetitosa cebolla al Curry.

No se en otras disciplinas. En psicología parecen especialmente útiles las teorías plasmables en diagramas de círculos concéntricos, el equivalente simbólico a las capas de una cebolla. La más representativa es la teoría ecológica de Brofenbrenner, que da a lugar a una cebolla muy sana. También se me ocurre la teoría de la zona de desarrollo próximo de Vygotski, que supondría una cebolla más pequeña (quizás una cebolla francesa) o los níveles de análisis conductual propuesto por Watson (otra buena cebolla). También nos podemos remitir al esquema psicodinámico de la estructura de los roles, semejante a una cebolla (el yo) en torno la que orbitan dientes de ajo (los roles). O la teoría de campos, otro ejemplo de diagrama con forma de cebolla. Más exactamente, con forma de huerto donde grupos de cebollas mutantes con inteligencia humana interactúan entre sí.

martes, 22 de febrero de 2011

Como llegar de Boulder a Vail

Aquí en Sevilla, en las asignaturas con contenidos de evaluación psicológica, siempre se menciona la importancia del tránsito del modelo Boulder al modelo Vail. Son términos que te cuentan alguna de las primeras semanas del cuatrimestre en los temas de introducción histórica y pasan fácilmente desapercibidos, pero siempre que los veo me pregunto quiénes serán ese tal Boulder y ese tal Vail.

Resulta que no son personas, son lugares. Dos ciudades en el estado de Colorado, a ambos lados de las montañas rocosas. Las 123 millas que las separan se pueden cubrir en dos horas de coche por la interestatal 70.


Estas dos ciudades fueron el escenario de dos importantes reuniones de la American Psychology Association (APA): la conferencia Boulder en 1949 y la conferencia Vail en 1973. Ambas conferencias marcaron fueron determinantes para la discusión del papel que debía tomar un psicólogo clínico.

Cuando Lightner Witmer fundó la primera Clínica Psicológica en 1896, en Pennsylvania, la psicología era una disciplina teórica que se investigaba en laboratorio. De hecho, la American Psychology Association (APA) no vio con buenos ojos el surgir de un órgano para la práctica aplicada. Pero en pocas décadas este tipos de mecanismos proliferaron por los Estados Unidos.

La psicología clínica fue desarrollándose paulatinamente hasta que, tras la Guerra del Pacífico, cerca de dos millones de soldados veteranos volvieron a su país. Necesitados como estaban, se les brindó tratamiento psicológico. En esta segunda mitad de los años 40 los psicólogos terminaron de entender que su papel no se limitaba a la experimentación. Por ello, en la conferencia de 1949, se enuncia el modelo Boulder, en el que se concibe al psicólogo como, un profesional no solo investigador, sino también practicante.

Pero con el paso de los años, este modelo entrará en crisis. Por una parte, el proceso de evaluación psicológica se enfrentaba a una gran crítica social bien merecida. Las herramientas eran vistas en muchas ocasiones por los clientes como entrometidas, y gastaban mucho tiempo del paciente y del psicólogo para la cantidad de información que recogían. Además, Las pruebas habían sido diseñadas para una población de referencia de varones anglosajones blancos, por lo que los grupos sociales desfavorecidos, como las mujeres o las minorías raciales, eran instados a ajustarse a estándares externos para ser considerados sanos. Fue necesario un cambio de concepto, y se formalizó en el 73 con el modelo Vail, que proponía un psicólogo que no solo interviniera en el ámbito clínico tratando enfermos, sino que estuviera presente en toda demanda social en la que fuera requerido.

Hasta finales del siglo XX, la psicología ha seguido haciendo grandes avances, adaptándose a las circunstancias del momento, y expandido hasta el ámbito educativo, empresarial, social, y muchos más. En los últimos años estos esfuerzos, que con frecuencia llegaban a España con retraso, han sufrido un importante receso, de tal manera que, actualmente, el rol del psicólogo clínico como profesional sanitario está entredicho.

El 26 de Marzo, manifestación en Madrid.

Introducción

Seas bienvenido en Cuaderno a Cuadros, un blog sobre viñetas de psicología. 

Mi pretensión es escribir pequeños artículos sobre temas que estudio en la carrera. Los motivos son los siguientes:

1.- Volver a aprender aquello de la redacción. En la carrera el examen predominante es el de tipo test. Esto es una manera de no oxidarme y una prevención para el bloqueo mental inducido por nervios de unas posibles y futuros exámenes de desarrollo.

2.- Incentivarme a estudiar. Para escribir, necesito temas sobre los que escribir. Escribir implica informarse. Informarse implica estudio. Lógico.

3.- Experimenting the internet. Todo el mundo tiene un blog y yo no. Por algo será.

Lo suyo sería publicar un artículo al día, pero será imposible. Empezaré por dos artículos semanales, y veremos si podemos mantener el ritmo.

De mientras, bicheen y disfrute.